OAKLAND, California – El Medi-Cal llegó a Antonio Abundis cuando el conserje más lo necesitaba.
Poco después que Abundis pasara de tener cobertura limitada a una cobertura completa en 2022, bajo la expansión del Medi-Cal de California para adultos mayores sin papeles, fue diagnosticado con leucemia, un tipo de cáncer que afecta las células de la sangre.
El padre de tres hijos, de voz suave, tomó la noticia con calma cuando su médico le dijo que sus análisis de sangre sugerían que su cáncer no estaba en una etapa avanzada. Sus siguientes pasos fueron hacerse más pruebas y tener un plan de tratamiento con un equipo de cáncer en Epic Care, en Emeryville.
Pero todo eso se fue por la borda cuando se presentó en julio pasado para hacerse un análisis de sangre en La Clínica de La Raza en Oakland, y le dijeron que ya no era beneficiario de Medi-Cal.
“Nunca mandaron una carta ni nada de que a mí me la había negado”, dijo Abundis, ahora de 63 años, sobre la pérdida de su cobertura.
Abundis es uno de los cientos de miles de latinos de California que han sido expulsados de Medi-Cal —el programa estatal de Medicaid para personas de bajos ingresos— a medida que los estados reanudaban las verificaciones de elegibilidad, que se habían suspendido en el punto más álgido de la pandemia de covid-19.
El proceso de redeterminación ha afectado de forma desproporcionada a los latinos, que constituyen la mayoría de los beneficiarios de Medi-Cal.
Según el Departamento de Servicios de Salud de California (DHCS), más de 613,000 de los 1,24 millones de residentes que fueron dados de baja se identifican como latinos. Algunos, incluido Abundis, habían obtenido la cobertura poco tiempo antes, cuando el estado comenzó a expandir Medi-Cal para ofrecer cobertura a inmigrantes indocumentados.
El choque entre las políticas estatales y las federales no sólo ha significado un duro golpe para los beneficiarios: también disparó la demanda de asistencia para realizar los trámites de inscripción.
Esto ocurre porque muchas personas son excluidas de Medi-Cal por cuestiones administrativas.
Los grupos de salud que trabajan con las comunidades latinas informan que están inundados de solicitudes de ayuda. Al mismo tiempo, una encuesta patrocinada por el estado sugiere que los hogares hispanos tienen más probabilidades que otros grupos étnicos o raciales de perder la cobertura porque tienen menos información sobre el proceso de renovación.
También pueden tener dificultades para defenderse por sí solos.
Algunos defensores de salud están presionando para que haya una pausa en este proceso. Advierten que las desafiliaciones no solo socavarán los esfuerzos del estado para reducir el número de personas sin seguro, sino que podrían exacerbar las disparidades en salud, especialmente para un grupo étnico que sufrió fuerte el peso de la pandemia.
Un estudio nacional encontró que los latinos en el país tuvieron tres veces más probabilidades de desarrollar covid y el doble de probabilidades de morir a causa de la enfermedad que la población en general, en parte porque tienden a vivir en hogares más hacinados o multigeneracionales y tienen trabajos en servicios, de cara al público.
“Estas dificultades nos colocan a todos como comunidad en un estatus más frágil, en el cual la red de seguridad es aún más significativa”, dijo Seciah Aquino, directora ejecutiva de la Latino Coalition for a Healthy California, una organización de defensa de salud.
La asambleísta Tasha Boerner (demócrata de Encinitas) ha presentado un proyecto de ley que desaceleraría las bajas permitiendo que las personas de 19 años o más mantengan automáticamente su cobertura durante 12 meses, y extendiendo las políticas flexibles de la era pandémica, como no requerir prueba de ingresos para renovar la cobertura en ciertos casos. Esto beneficiaría a los hispanos, que representan casi el 51% de la población de Medi-Cal en comparación con el 40% de la población total del estado.
La oficina del gobernador dijo que no comenta sobre proyectos legislativos que están aún en proceso.
Tony Cava, vocero del Departamento de Servicios de Atención Médica (DHCS), dijo en un correo electrónico que la agencia ha tomado medidas para aumentar el número de personas reinscritas automáticamente en Medi-Cal y no cree que sea necesaria una pausa. La tasa de desafiliación disminuyó un 10% de noviembre a diciembre, apuntó Cava.
Sin embargo, funcionarios estatales reconocen que se podría hacer más para ayudar a las personas a completar sus solicitudes. “Todavía no estamos llegando a ciertos sectores”, dijo Yingjia Huang, subdirectora adjunta de beneficios de atención médica y elegibilidad del DHCS.
California fue el primer estado en ampliar la elegibilidad de Medicaid a todos los inmigrantes que calificaran, sin importar su estatus migratorio, implementándolo gradualmente durante varios años: niños en 2016, adultos jóvenes de 19 a 26 años en 2020, personas de 50 años en adelante en 2022, y todos los adultos restantes este año.
Pero California, como otros estados, reanudó las verificaciones de elegibilidad en abril pasado, y se espera que el proceso continúe hasta mayo. El estado ahora está viendo que las tasas de desafiliación vuelven a los niveles previos a la pandemia, o el 19%-20% de la población de Medi-Cal cada año, según el DHCS.
Jane García, directora ejecutiva de La Clínica de La Raza, testificó ante el Comité de Salud de la Junta de Supervisores del condado de Alameda que las desafiliaciones siguen siendo un desafío, justo cuando su equipo intenta inscribir a residentes recién elegibles. “Es una carga enorme para nuestro personal”, les dijo a los supervisores en enero.
Aunque muchos beneficiarios ya no califican porque sus ingresos aumentaron, muchos más han sido eliminados de los registros por no responder a avisos o devolver documentos. En muchos casos, los paquetes de documentos para renovar la cobertura se enviaron a direcciones antiguas. Muchos se enteran de que perdieron la cobertura recién cuando van al médico.
“Sabían que algo estaba pasando”, dijo Janet Anwar, gerenta de elegibilidad en el Tiburcio Vásquez Health Center, en East Bay. “No sabían exactamente qué era, cómo los iba a afectar hasta que llegó el día y fueron desafiliados. Y estaban haciéndose un chequeo, o programando una cita, y luego… ‘Oye, perdiste tu cobertura’”.
Y la reinscripción es un desafío. Una encuesta patrocinada por el estado publicada el 12 de febrero por la California Health Care Foundation halló que el 30% de los hogares hispanos intentaron completar un formulario de renovación sin suerte, en comparación con el 19% de los hogares blancos no hispanos. Y el 43% de los hispanos informaron que les gustaría volver a comenzar con Medi-Cal, pero no sabían cómo, en comparación con el 32% de las personas en hogares blancos no hispanos.
La familia Abundis está entre las que no saben dónde obtener respuestas a sus preguntas. Aunque la esposa de Abundis envió la documentación de renovación de Medi-Cal para toda la familia en octubre, ella y dos hijos que aún viven con ellos pudieron mantener la cobertura; Abundis fue el único que la perdió.
No ha recibido una explicación de por qué lo sacaron de Medi-Cal ni ha sido notificado de cómo apelar o volver a solicitarlo.
Ahora se preocupa de que tal vez no califique por sí solo según sus ingresos anuales de aproximadamente $36,000, ya que el límite es de $20,121 para un individuo, pero de $41,400 para una familia de cuatro.
Es probable que un navegador pueda verificar si él y su familia califican como un hogar o ayudarlo a inscribirse en un plan privado que puede costar menos de $10 al mes en primas en Covered California. Este mercado de seguros de salud permite la inscripción especial cuando las personas pierden la cobertura de Medi-Cal o la que tienen a través de sus trabajos.
Pero Abundis supone que no podrá pagar primas o copagos, así que no ha presentado una solicitud.
Abundis, quien visitó a un médico por primera vez en mayo de 2022 debido a una fatiga sin causa aparente, dolor constante en la espalda y las rodillas, falta de aliento y pérdida de peso inexplicable, teme no poder pagar la atención médica. La Clínica de La Raza, el centro de salud comunitario en donde le hicieron análisis de sangre, lo ayudó ese día a que no tuviera que pagar por adelantado, pero desde entonces dejó de buscar atención médica.
Más de un año después de su diagnóstico, todavía no sabe en qué etapa del cáncer se encuentra ni cuál debería ser su plan de tratamiento. Aunque la detección temprana del cáncer puede aumentar las posibilidades de supervivencia, algunos tipos de leucemia avanzan rápidamente. Sin más pruebas, Abundis no conoce su pronóstico.
Yo estoy mentalizado”, dijo Abundis sobre su cáncer. “Lo que pase, pase”.
Incluso aquellos que buscan ayuda se topan con desafíos. Marisol, una inmigrante mexicana sin papeles, de 53 años, que vive en Richmond, California, intentó restablecer la cobertura durante meses. Aunque el estado experimentó una caída del 26% en las bajas de diciembre a enero, la proporción de latinos a los que se les canceló la cobertura durante ese período permaneció casi igual, lo que sugiere que enfrentan más barreras para la renovación.
Marisol, quien pidió que se usara su nombre de pila por temor a la deportación, también calificó para la cobertura completa de Medi-Cal durante la expansión estatal a todos los inmigrantes de 50 años en adelante.
En diciembre, recibió un paquete informándole que los ingresos de su hogar excedían el umbral de Medi-Cal, algo que ella creyó que era un error. El esposo de Marisol está sin trabajo debido a una lesión en la espalda, dijo, y sus dos hijos mantienen a su familia principalmente con trabajos de medio tiempo en Ross Dress for Less.
Ese mes, Marisol visitó una sucursal de Richmond del Departamento de Empleo y Servicios Humanos del condado de Contra Costa, con la esperanza de hablar con un navegador. En cambio, le dijeron que dejara su documentación y que llamara a un número de teléfono para verificar el estatus de su solicitud.
Desde entonces, llamó muchas veces y pasó horas en espera, pero no ha podido hablar con nadie. Los funcionarios del condado reconocieron tiempos de espera más prolongados debido al aumento de llamadas, y dijeron que el tiempo promedio es de 30 minutos.
“Entendemos la frustración de los miembros de la comunidad cuando a veces tienen dificultades para comunicarse”, escribió la vocera Tish Gallegos en un correo electrónico. Gallegos señaló que el centro de llamadas aumenta la dotación de personal durante las horas pico.
Después que El Tímpano contactara al condado para hacer comentarios, Marisol dijo que un trabajador de elegibilidad la contactó, y le explicó que su familia fue dada de baja porque sus hijos habían presentado impuestos por separado, por lo que el sistema de Medi-Cal determinó su elegibilidad individualmente en lugar de como familia.
El condado reintegró a Marisol y a su familia el 15 de marzo. Marisol dijo que recuperar Medi-Cal fue un final alegre pero agridulce para una lucha de meses, especialmente sabiendo que otras personas son desafiliadas por cuestiones de procedimiento. “Tristemente, tiene que haber presión para que arreglen algo”, dijo.
Jasmine Aguilera de El Tímpano está participando de la Journalism & Women Symposium’s Health Journalism Fellowship, apoyada por The Commonwealth Fund. Vanessa Flores, Katherine Nagasawa e Hiram Alejandro Durán de El Tímpano colaboraron con este artículo.
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